Nueva York.- En los tres años que estuvo en el poder, el presidente Ebrahim Raisi de Irán y su ministro del Exterior, que también era de línea dura, Hossein Amir Abbollahian, hicieron todo lo que pudieron para consolidar el “Eje de Resistencia” contra Estados Unidos e Israel.
Fundaron Hamas y Hezbollah. Armaron a los Houthis, le proporcionaron inteligencia a la milicia, lo cual impulsó los ataques contra los buques de carga en el Mar Rojo.
Impusieron medidas severas contra los disidentes en su país, lanzaron los primeros ataques directos con misiles contra Israel, después que Israel mató a varios generales iraníes y convirtieron a Irán en un “umbral” nuclear que puede producir combustible para tres o cuatro bombas rápidamente.
Aunque en todas esas agresivas medidas, los dos hombres, que murieron en un accidente de helicóptero que ocurrió en las montañas cerca de Azerbaijan este domingo, también fueron cuidadosos.
La semana pasada, días antes de su muerte, aprobaron las pláticas con Estados Unidos a través de intermediarios con el fin de asegurarse que la guerra en Gaza no fuera el preludio de una guerra más amplia en Medio Oriente.
Y detuvieron la fabricación de las bombas, por lo menos hasta donde han podido determinar agencias de inteligencia estadounidense e inspectores internacionales.
Ahora, la pregunta es si sus sucesores — que con toda seguridad serán de la misma línea dura, según sospechan funcionarios estadounidenses — van a mostrar una cautela similar.
Y si a pesar de los juegos de poder interno iraní y la elección presidencial en Estados Unidos, será posible mantener esa pequeña comunicación entre Washington y Teherán.
“Raisi era el líder supremo”, comentó Dennis Ross, quien desde hace tiempo ha sido un negociador en Medio Oriente, refiriéndose al Ayatollah Ali Khamenei de 85 años, jefe de estado que ha dirigido el país desde 1989.
“Él permite el involucramiento, pero no el compromiso. Su equipo puede infringir daño pero se mantiene dentro de los límites. Ellos no quieren un conflicto directo con Estados Unidos, lo cual podría poner en peligro el régimen y no creo que eso cambie”.